LSD: ¿droga peligrosa o terapia eficaz?


El LSD es físicamente inocuo, no genera adicción, no puedes sufrir una sobredosis, muy rara vez se abusa de él… Y tiene unas utilidades terapéuticas increíbles, que han mostrado mucha eficacia en el tratamiento de la depresión, trastorno de estrés postraumático, problemas obsesivos, etc.

Con una sola toma mucha gente soluciona su problema, de repente. Estamos cegadås por el «yo» (que filtra y condiciona la interpretación de las sensaciones que recibimos a través de nuestros sentidos). Y el pensar desde el «yo», arrastrando todo tipo de condicionamientos, genera prejuicios, expectativas, miedos, dogmas, etc. No conseguimos ver nuestro problema desde otra perspectiva, por mucho que nos hayan hablado otras personas, desde perspectivas ajenas, cómo ven nuestra situación. Una cosa es que te describan algo y otra que lo sientas. No disfrutas de un cuadro del mismo modo cuando te lo describen que cuando lo ves, aunque te lo describa mucha gente y con mucho detalle.

A veces una sola toma cura por completo un problema mental definitivamente. Otras veces el tomarlo cada varios meses es lo que más ayuda al paciente. Genera tolerancia inmediata, de modo que no te hace efecto si lo tomas al día siguiente; has de esperar alrededor de una semana para que la tolerancia vuelva a su punto base. Eso hace imposible la adicción, pero es que tampoco es una sustancia que le apetezca tomar con frecuencia a casi nadie.

A mi entender, con los psicodélicos (y el LSD en concreto) el tratamiento del problema se da consiguiendo el cambio desde el proceso mental, la percepción. Al vivir una experiencia se dan cambios en tu forma de pensar, por la neuroplasticidad, la cual además se incrementa con estas sustancias. Y conocer otra perspectiva un día puede tener un efecto significativo para el resto de tu vida.

Y es mejor que estar medicándote con cosas tóxicas, a diario y durante meses o años, como se suele hacer.

Y a algunas personas y le puede sentar mal, sí, como cualquier medicamento. Hay gente que no tolera bien la despersonalización que puede generar, que sufre ansiedad, miedo, confusión… Pero también es cierto que muchas veces es porque no sabía bien los efectos que le podía generar la sustancia y se esperaba otra cosa. Es como si te subes en una montaña rusa y no sabes que aquello va a bajar a toda velocidad por una pendiente muy empinada. Puedes llevarte un sustazo tremendo al pensar que os estáis cayendo sin control desde semejante altura y que aquello va a descarrilar en la primera curva. Eso puede generarte un ataque de ansiedad e incluso llegar a convertirse en una experiencia traumática.

Por eso es tan importante la información, como con todas las drogas de cualquier tipo. El estatus de sustancia ilegal lleva a que se genere un tabú en torno a esta y que no se hable de ella desde las instituciones sanitarias. Como consecuencia mucha gente lo consume sin saber más que lo que le han dicho sus amigos, que a veces puede ser simplemente «te ríes mucho» y poco más. Y la persona de repente se ve en un estado que nada tiene que ver con nada jocoso sino algo introspectivo y profundo para lo cual no está preparada, o está en un contexto nada propicio para ello (lugares con mucha gente, ruido, luces, tráfico, etc.).

Por eso alguna gente tiene lo que llaman «malos viajes», que es como beber mucha agua tras zamparte un plato de patatas fritas con cebolla. No es que beber agua sea malo. Es que no era el momento adecuado para beberte medio litro de agua (al menos para muchos).

Los prejuicios y la ignorancia están frenando el uso de sustancias con un gran poder terapéutico. Por suerte (o por sensatez) en Australia se ha aprobado el uso de la psilocibina (un psicodélico similar al LSD) en el tratamiento de la depresión, y del MDMA para el estrés postraumático. Y puede que EEUU y la UE sigan sus pasos en breve. Se abrirá así una nueva era en la salud mental. O, más bien, se retomará lo que ya se hacía antes de los años 70, que era usar estas sustancias en psiquiatría y tratamientos psicológicos.

Acerca de andressolo

Procuro vivir sin causar daño al resto y sin morderme la lengua respecto a nada. Aquí tengo algunos de mis artículos.
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