Yo no defiendo la democracia. Me importa bien poco lo que piense o quiera la mayoría. Si la mayoría apoya a clasistas, xenófobos, machistas, etc. pues yo haré lo que esté en mi mano para frenar eso e imponer mis ideas, para que todas vivamos en una sociedad con menos desigualdades, sufrimiento y opresión. Y si eso le fastidia a la mayoría pues mira, a las víctimas les jode todavía más.
Es un prejuicio muy extendido eso de poner la opinión mayoritaria por encima de todo, y creer que eso es «lo más progre». En Rusia la inmensa mayoría de la población es abiertamente homófoba. ¿Hay que respetar las políticas homófobas porque son mayoría? En España la mayoría apoya políticas y partidos neoliberales. ¿Tenemos que aceptar que haya ricos y pobres, que haya gente como Amancio Ortega mientras otra se pudre en la calle? Además es fácil para ciertas minorías privilegiadas el conseguir que las mayorías opinen de cierta manera, ya que tienen los medios de educación y comunicación. Con lo cual hablar de «democracia» y «libre elección popular» es un engaño.
Hitler también ganó las elecciones. Y Bush. Y Biden. Y Aznar. Y Bolsonaro. Y Putin. Y yo no acepto, ni tolero, ni defiendo sus guerras e invasiones, ni los genocidios que cometen sólo por haber sido elegidos por la mayoría.

La policía griega, al servicio de quienes han sido elegidos por mayoría, agrede a refugiados sirios.