Apple y Google tienen una aplicación con la cual tú (si vives en Arabia Saudí) puedes rastrear los movimientos de tu mujer y hacer que ella requiera del permiso de su marido u otro hombre de su familia para poder hacer ciertas cosas o desplazarse.
Muchos siguen usando el caso de Arabia Saudí, el único país donde se usa esta medida y aplicación, como el ejemplo de qué es un país islámico. Sin embargo, aparte de que rara vez quienes dicen esto tienen ni puñetera idea de qué ocurre en realidad en todos los otros países musulmanes, aquí vemos que la religión (o la libertad de las mujeres) poco les importa a los ricos occidentales. Lo que importa es la pasta, cómo no.
España hace negocios e incluso vende armas a Arabia Saudí, a pesar de que se sabe de sobra que se usarán para bombardear y atacar Yemen, donde se está dando una de las mayores crisis humanitarias actuales, debido precisamente a ese intento de invasión de Arabia Saudí (apoyada activamente por EEUU y Reino Unido).
Por mensajes de odio y discriminación contra musulmanes ni Apple ni Google toman medidas. O sea, como sabemos y vemos, la islamofobia campa a sus anchas impunemente por sus mecanismos de difusión o comunicación. Los de arriba usan las religiones para enfrentar a los de abajo, mientras ellos estrechan manos entre sí y les importa bien poco quién es ateo, cristiano o musulmán. Luis teme y odia a Mohamed, y le gustaría que lo expulsaran de España o incluso que le hiciesen algo peor. Pero luego Luis vota a partidos como el PSOE o PP, y apoya la monarquía, quienes son amiguetes y arman al régimen saudí. Luis es un poco descerebrado y no se entera de nada. Pero tampoco extraña, con todo lo que ve en las redes y en la TV: propaganda que no hace más que crearle confusión, la mejor manera de lavar el cerebro a veces. Porque eso hace que te sientas sin criterio (como hacen cuando nos hablan de bolsa, tipos de interés, IBEX35…) y que te dejes en mano del primer «experto» que te pongan en un debate en la tele.
En definitiva, Luis es una víctima de los mass media. Debido a eso, Mohamed es víctima de la islamofobia de Luis. En algunas ocasiones el odio que sufrir la islamofobia causa en Mohamed es utilizado por grupos armados por EEUU, como el Daesh, para reclutarlo y que cometa atentados, lo cual refuerza la islamofobia y para muchos justifica invasiones. Mientras, Pedro Sánchez, Rajoy, el rey Felipe, la familia real saudí, la industria armamentística, Google y Apple ven crecer sus riquezas. Y mientras, todas las personas musulmanas que no hacen mal a nadie se comen discriminación y ataques.
andressolo 