Kurdistán es una nación sin estado que ha sido pisoteada, masacrada y expulsada de los lugares donde lås kurdås vivían, tanto por parte de Turquía como de Irán, Irak o Siria.
Desde hace ya décadas el movimiento de autodefensa del Kurdistán ha sido severamente represaliado y su líder, Oçalan, lleva 20 años prisionero en la cárcel turca, sufriendo torturas y aislamiento permanente. En muchos años encerrado sólo ha conseguido que le dejasen ver a su hermano 15 minutos.
El movimiento de liberación del Kurdistán es un ejemplo de feminismo puesto en práctica en todos los ámbitos, algo que, en este grado y magnitud, es único en el mundo. Igual que es único el que una zona tan amplia esté fuera del control de un estado (tras décadas de conflicto consideraron que vivían mejor como nación sin estado que estando en guerra constante por conseguir un estado propio) y que se decidan las cosas en asambleas de base en cada comunidad, algo llamado confederalismo democrático y que, tras abandonar el marxismo-leninismo como línea ideológica y estratégica, se acerca algo más al anarquismo.
El PKK, el partido de los trabajadores del Kurdistán, fue declarado organización terrorista por los EEUU hace décadas ya. Y es perseguido y represaliado por Turquía. Recientemente ha ocurrido algo escandaloso, que es que Finlandia ha entregado a Turquía a activistas kurdos, que recibían asilo político, a cambio de que Turquía no votase en contra de la adhesión de Finlandia a la OTAN. Una muestra de lo que importan las personas y los derechos humanos a ciertos estados si se trata de seguirle el juego a los EEUU.
Recomiendo leer artículos sobre feminismo, confederalismo democrático y la lucha por libertad del pueblo kurdo. Estamos más al tanto de cómo vivían en las cuevas de Altamira que de un fenómeno actual de importancia inconmensurable, ya que no sólo afecta al Kurdistán sino que es un ejemplo de cómo es posible (al menos en ciertos casos) organizarse horizontalmente, sin machismo, sin estado.