La depresión es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes, ya que es casi siempre el origen de los suicidios (y estos son la primera causa de muerte de jóvenes en España). Para que alguien llegue a suicidarse ha tenido que sufrir mucho. Y tener bastante capacidad de decisión. Porque quienes no se suicidan no es que sufran menos, es que hay infinidad de factores que impiden que te suicides. Incluso la propia depresión puede ser uno de ellos, ya que te incapacita para tomar decisiones importantes y te roba la motivación. De hecho al tomar antidepresivos aumenta el riesgo de suicidio las primeras semanas porque «el cuerpo espabila antes que tu estado de ánimo» y entonces puede que te sientas más capaz de hacerlo.
Pero el problema con la depresión va mucho más allá de los suicidios. Sufrir una depresión grave es una de las cosas más horribles que le pueden pasar a alguien. Hay gente que vive sufriendo años y años, y otra que sufre durante muchos meses anualmente. Y otra que tiene alguna depresión grave en su vida y ya le llega para saber qué es sufrir eso. Y otra que tiene microdepresiones de horas, días o semanas en los que no es que sufra necesariamente menos que quien lleva meses deprimido. Puede de hecho que se olvide de los momentos en los que no está deprimido (tu mente los borra) y su sensación general sea muy similar a la de quien lleva meses deprimido.
Estar deprimido te impide disfrutar de las cosas, te roba la motivación, la ilusión, las ganas, la alegría, la esperanza, la capacidad, el ánimo, afecta a tu vida social, te hunde la autoestima, causa problemas físicos que pueden acarrear dolores crónicos de por vida… Hay gente que se piensa que estar deprimido es una tontería que se quita con un buen sopapo, o que simplemente es tener una mala actitud ante la vida (también se piensa que por verte reír alguna vez eso ya significa que te inventas eso de que estás deprimido). Una vez más los problemas mentales son tomados a cachondeo sólo porque no tienen una representación física fácilmente observable. Esto lleva a tener que escuchar miles de comentarios cínicos, insensibles, burlones o discriminatorios. Y es que decirle a quien está deprimido que su problema es de actitud es como decírselo a un tetrapléjico. Pero en el segundo caso quedas muy mal, se ve muy feo. Si dices eso de una persona deprimida recibirás el apoyo de muchas personas que han tenido la suerte de no conocer qué es eso. Yo, aunque respeto su opinión, les partía la cara a todas.
«Tú lo que tienes que hacer es animarte y salir y se te quita la tontería». «A ti lo que te pasa es que tienes mucho tiempo para pensar. Yo como no paro en todo el día…». «¡Pero si no sales de la cama cómo no vas a estar deprimida!». «¿Que te vas a la playa unos días? ¿Para eso no estás deprimida, no?». «Si es que no pones de tu parte». «Pero si lo tienes todo para ser feliz, lo que pasa es que te empeñas en ver lo malo. Eres una persona tan negativa…»
Tengo una colección entera de frases tan absurdas como estas y más. Para escribir 3 libros. Cuando me he topado con alguna de estas frases, ya sean dirigidas a mí o no, mi respuesta es siempre la misma: «¿Tú le dirías esto a una persona con cáncer? Porque esto también es una enfermedad y que digas esas cosas sólo demuestra tu desconocimiento. Si quieres te puedo pasar un documental para que entiendas lo que hace esta enfermedad, o si no puedes seguir soltando barbaridades así. Es tu decisión».
Hace tiempo que aprendí que ir partiendo caras no cura la gilipollez de las personas, pero no te negaré que a veces dan unas ganas…
Sí, yo no parto caras, me quedo siempre con las ganas, jajaja
Muy de acuerdo con lo que dices. Yo suelo usar el ejemplo de personas parapléjicas.
Sí, todas esas frases que te han soltado también me las han soltado a mí y a amig@s mí@s. Mucha gente tiene la empatía perdida en algún meandro del intestino grueso.
Entiendo el ejemplo que pones, pero yo creo que es mejor que la gente lo asocie con una enfermedad y no con una discapacidad. El problema por el cual la gente no identifica una depresión con una enfermedad es porque no tiene síntomas físicos visibles como puede tener una gripe, un cáncer, una hepatitis… y los síntomas evidentes de una depresión son precisamente los que la gente relaciona con ser un vago o ser negativo, cuando no es tu elección, son los síntomas de tu enfermedad.
Vi un vídeo en tu canal de youtube en el que hablabas del trastorno bipolar… y me dio que pensar. Yo tengo depresión recurrente, sea lo que sea eso en el lenguaje de los psiquiatras. Y yo siempre he dicho que no tengo término medio, que estoy muy arriba y creo que me como el mundo o estoy muy abajo y creo que el mundo me come a mí. Cierto es que en el punto alto no he llegado nunca a tener alucinaciones o paranoias o… no sé cómo llamarlo. Pero me resulta tan complicado vivir en un término medio… En fin, es lo que hay y asumirlo es el primer paso para encontrarse mejor.
Sí, tienes razón en eso de que es más acertada una comparación con una enfermedad que con algo que es una característica tuya que no puedes cambiar.
Sobre el trastorno bipolar y otras cosas… es que no hay una línea clara que defina esas cosas.
Siendo bipolar es muy raro que tengas alucinaciones a no ser que estés en un brote gravísimo y prolongado. Y paranoia sí puede ser común cuando están en brotes «altos» (que no tienen por qué ser de euforia, en mi caso rara vez lo son, y son más obsesivos, de confusión, desconfianza, tensión, irascibilidad, miedo…). Sólo he tenido delirios de grandeza en un episodio eufórico que creo que comento en el vídeo.
Lamento que te pases tanto tiempo deprimida, es de las peores cosas que hay.
Bueno, el autoconocimiento creo que es fundamental en este tipo de enfermedades y yo después de tantos años me conozco muy bien y sé detectar los primeros síntomas para «controlarlo» y que no se me vaya de las manos. Llevo ya un par de años «bien» (dentro de un orden), y a pesar de haber perdido a mi padre hace unos meses, no he recaído. Claro que he estado y estoy mal y triste… pero no es lo mismo.
Muchas gracias por tu blog y sé que estoy comentando mucho, igual te parezco un poco brasas… jajajaja… es que no es fácil encontrar alguien con un pensamiento y criterio con los que te identificas y me «he flipado» yo sola. Antes estas cosas se arreglaban en una tarde de cafetería… ahora tenemos wordpress. 😉