El capitalismo tiene un carácter globalizador porque esto le permite hacer lo que le dé la gana donde le da la gana. Una multinacional puede así esclavizar a gente pagándole 1 euro al día en países más pobres (o usar los recursos naturales del lugar) para luego vender sus mercancías en países «desarrollados» a un precio decenas de veces mayor al coste de su producción.
Sin embargo, a los capitalistas tampoco les interesa que los estados que les sirven como marionetas o aliados sean «invadidos» por las personas a las que empobrecen en países «subdesarrollados». Porque esto, si se hiciera sin control, reduciría el nivel económico de los ciudadanos de estos países más ricos y esto limitaría su capacidad para vender sus productos.
Por eso muchas veces hace algo que en principio parece contradictorio, como es usar a la ultraderecha nacionalista (que supuestamente tiene un carácter anti-globalización) para frenar la inmigración de personas pobres. Si quien inmigra es un magnate sueco bienvenido sea, pero el africano que viene en patera no ayuda a hacer negocio.
Es por esto que, especialmente en épocas de crisis, los capitalistas dan alas a la ultraderecha, que le sirve como mecanismo para frenar ese tipo de inmigración «poco rentable». Si en algún momento la ultraderecha empieza a ser problemática para sus negocios ya saben pararle los pies sin mucha dificultad. Pero que un partido como VOX promueva la xenofobia les viene muy bien, y saben que partidos capitalistas como el PSOE no se pueden permitir tener un discurso explícitamente xenófobo si no quieren perder votos.
De hecho, partidos como VOX practican algo quizás describible como fasciocapitalismo, aunando en su discurso el nacionalismo ultraderechista y el neoliberalismo económico.
Ojo con olvidarnos de esto, que los nazis y los fascistas no han causado ni de lejos tanta muerte y sufrimiento como han hecho los capitalistas. Y a veces nos generan más indignación porque dicen lo que piensan sin tapujos (que en épocas de crisis económica vende muy bien eso de «tú eres cada vez más pobre y encima vienen estos de fuera a robarte lo tuyo») pero en realidad no son más que esbirros del capitalismo.
