Derecho a ser oprimidå

Estos días por fin sentía una leve y fresca brisa cuando me enteré de que eliminaban a las mujeres objeto de la Fórmula1. Hoy me entero de que las sustituirán por niños. No sé si les pagarán o si su «premio» será poder ver a sus ídolos de cerca, como estoy leyendo en algunos artículos de deporte. En cualquier caso eso se llama explotación infantil.

Pero el problema no se reduce a este caso. Ya tenemos totalmente normalizado el ver a niñas modelo, a niñ@s actores de cine, a niñ@s bailarin@s o músicos profesionales a edades tempranísimas… A quienes se les paga. O sea, no hay vuelta de hoja respecto al hecho de que eso es un trabajo, si no, no se les pagaría (y trabajar en la tienda de tus padres es explotación pero esto no, parece). Hay niñ@s cuya infancia se reduce a ensayar durante horas y horas para impresionar a l@s adult@s y que queden embelesad@s con la ternura que les genera ver a alguien tan pequeño hacer semejantes virguerías. Y l@s niñ@s, condicionad@s por su educación, a menudo dicen que están encantad@s. Y es que si te aplauden y hacen sentir bien dependiendo de cuán bien hagas ese trabajo, tu autoestima dependerá de ello y el hacerlo bien te reportará bienestar (y a veces tampoco es que te hayan dado tiempo a experimentar muchas otras cosas siquiera). Me recuerda un poco a una tipa que ayer me llamaba machista porque yo les quería «quitar el derecho» a las «pit babes» de F1 de poder ejercer ese trabajo.

En EEUU se usaba a negros como «payasos» torpes y grotescos en series de TV a mediados del siglo XX. Algunos querrían hacerlo y estarían encantados de ser actores, no hay duda. El problema no es lo que el individuo quiere sino el que se le adoctrine desde pequeño para que desee algo; igual que hay mujeres que desean ser objetos sexuales o sirvientas de su marido. ¿Quiénes somos nosotr@s para quitarles ese derecho? El problema es que ese «derecho» a ser tratad@ como mierda afecta a muchas otras personas de ese grupo concreto que sufre el que l@s traten así. Por eso algunas veces la libertad individual choca con la colectiva. Y si quieres quedarte en casa sirviendo a tu marido igual no te ve mucha gente pero si te usan como objeto sexual sí, y tiene repercusiones graves más allá de tu preferencia condicionada (como casi todas las preferencias, por otra parte). Lo que alguna gente pretende es que adoctrinemos a niñ@s o mujeres y que después les preguntemos qué escogen «libremente». Pues oye, es que hasta hay perros que «libremente» «escogen» estar con el tipo que les da patadas todos los días. Y hay currelas que «libremente» votan PSOE o PP. Te lavo el cerebro y después te doy «libertad».

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Acerca de andressolo

Procuro vivir sin causar daño al resto y sin morderme la lengua respecto a nada. Aquí tengo algunos de mis artículos.
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