La ONU considera tortura la «contención mecánica» (atarte a una cama con correas). Pero aquí en los psiquiátricos es de lo más común. Legalmente te pueden tener así hasta 72 horas. Atado, en la misma posición, sin poder moverte, a veces meándote y cagándote encima, con el dolor que implica mantener la misma postura tanto tiempo, desesperado por la impotencia y la angustia que eso supone… y se lo hacen a un paciente psiquiátrico «por su bien». Si no se hace eso en todos los países, ¿cómo puede ser algo tan necesario como nos lo pintan?
Y es que no veas lo que mejora un paciente al verse en esa situación, oye. En cuanto le quitan las correas está como nuevo. Y ya se encargan de que no protestes ni te rebotes por medio de drogarte hasta tal punto que no puedes ni hablar.
Yo visitaba a un amigo al que encerraron a la fuerza durante 6 meses (y al año siguiente 12 meses, pero yo estaba fuera y sólo lo pude visitar unas pocas veces… haciéndome pasar por su novio, aunque a veces no dejan que te comuniques ni te visite nadie) y no entendía nada de lo que decía porque no podía ni pronunciar. Un día le dije a una enfermera si era necesario tenerlo tan drogado y me dijo «es que estaba muy arriba, había que bajarlo». Pero, casualmente, a partir de ese día lo drogaron mucho menos y ya podía hablar con él. El tema es que mientras nadie diga nada (y la mayoría de familiares y amigos son unos ignorantes y se creen que quienes saben son «los profesionales» y que hay que tener a su allegado allí encerrado del modo que allí quieran) hacen lo que les es más cómodo: drogarte hasta convertirte en una masa de carne que respira. Si alguien que no sea un paciente se queja entonces a veces se cortan un poco más.
A mi amigo ya no le quitaron las anchas correas de plástico duro de la cama porque si lo ataban de nuevo ya no se tenían que molestar en ponerlas. Y lo tenían durmiendo sobre ellas. Qué más da, si total lo drogan tanto que dormiría hasta encima de un colchón de cristales. Recibía un trato y comentarios a menudo humillantes por parte de enfermeras, como burlarse de que arrastraba las piernas al andar, cuando estaba así porque lo drogaban tanto que casi no podía caminar. No me dejaban llevarle nada de comer (ni una chocolatina), sólo podía comer la mierda que le daban allí. Estaba totalmente aislado del exterior, sin internet ni poder salir, pudiendo caminar sólo por el pasillo de alante a atrás, sin respirar aire fresco ni recibir rayos solares durante meses. Les prohibían ponerse su propia ropa (así te autoestigmatizas como «enfermo») y los tenían siempre en pijama. Incluso les prohibían escuchar música (en sus propios auriculares) excepto entre las 12pm y la 1pm, y entre las 5pm y las 6pm. Porque todås sabemos que escuchar música que te gusta no te anima sino que te produce brotes psicóticos y depresión.
Eso es mucho peor que una cárcel. Y tu delito es haber tenido una crisis y sufrir, estar mal, necesitar ayuda. Y esa es la «ayuda» que recibes. Un castigo, malos tratos, tortura. Mientras toda la sociedad mira hacia otro lado porque es una realidad demasiado incómoda. «Los profesionales sabrán», dice casi todo el mundo.
Es imposible que alguien mejore de verdad por medio de aislarlo de su entorno habitual, de sus seres queridos, de su acceso a cosas que le ayuden a mejorar (hacer música, pintar, ir al monte o la playa, jugar al baloncesto, distraerse y reírse con amigås…) y tratarlo de semejante manera. Y mejorar no es simplemente que te den las suficientes drogas como para que puedas «vivir en sociedad sin molestar». Además puede que no vuelvas a tener nunca una crisis así, ni que seas o hayas sido un problema para el resto de la sociedad, ni un peligro. Yo soy bipolar y nunca he generado una situación problemática socialmente por ello. Y ese es el caso de la mayoría de personas con diagnósticos psiquiátricos.
Encima, el tener un diagnóstico psiquiátrico sólo refleja determinados prejuicios que hacen que se tilde de «enfermedad» o «trastorno» mental aquel problema que no es común. Pero los problemas comunes simplemente se normalizan. Si espías, coaccionas o incluso agredes a tu pareja porque tienes un problema mental como son los celos te pueden juzgar y multar o encarcelar, pero no te encierran sin juicio en un psiquiátrico, te drogan, te atan a una cama y te torturan. Lo mismo ocurre si te peleas con alguien a raíz de tu trastorno consumista. Ni si alguien se hace daño a sí mismå por «encajar» o agradar al resto (ponerte tacones, pasarte muchas horas en el gimnasio descuidando tu vida social u otros aspectos de tu salud, beber alcohol…).
Todo el mundo tiene problemas mentales. Basta de estigmatizar a bipolares, «esquizofrénicås» (que ese cajón de sastre tiene tela, por cierto) o personas con cualquier otro diagnóstico y creerse que uno mismo está «cuerdo» porque no tiene una etiqueta. Que, por cierto, la gente te trata muy diferente antes de ser diagnosticado que después… y hay miles de personas que simplemente nunca han sido diagnosticadas pero tienen el mismo problema. Pero vete al psiquiatra que te aseguro que sales de allí con un diagnóstico y, como no, que para eso están, un set de medicación.
La psiquiatría, tal y como se practica, es puro tráfico de drogas, Lås psiquiatras son meros camellos al servicio de grandes narcos que son las farmacéuticas, en la mayoría de los casos. Y los psiquiátricos son principalmente lugares donde someter, aislar y anular a las personas.
