Cuando se hace una reivindicación por una cuestión de discriminación o desigualdad algunas personas que no son las víctimas de esa discriminación de repente se vuelven las más igualitaristas y pretenden restarle importancia o diluir la reivindicación por medio ampliar tanto el espectro de esta que acaba por neutralizarse su efecto.
Un ejemplo muy visto recientemente es lo del «All Lives Matter» como respuesta a las protestas con el slogan «Black Lives Matter». Esa es la reacción de mucha gente no-negra (y alguna negra) cuando ve a personas que se manifiestan contra el que policías blancos sigan cargándose a tiros con total impunidad a ciudadanos negros. Claro que la vida de tod@s vale lo mismo pero es que las víctimas de esos crímenes son negros (y casi siempre pobres); se debe a una motivación de carácter clasista/racista y eso no se combate diciendo «no al mal en el mundo», porque eso convierte el problema en algo tan abstracto que impide hacer nada para cambiarlo.
Otro caso es cuando mujeres denuncian públicamente el acoso que sufren a diario o las constantes violaciones que se cometen contra ellas y alguien viene con lo de que a muchos hombres también se les viola. Pues claro que sí, pero es que la motivación es otra, no se les viola o acosa o discrimina por su condición de hombres, sin embargo esas agresiones que padecen las mujeres sí tienen que ver con su condición de mujer y para cambiar eso hay que tener en cuenta cuál es la motivación.
Algo que ocurre a veces al revés. Cuando un hombre se queja de que se espere de él ser fuerte, competitivo, duro, caballeroso, etc. y que eso le genera sufrimiento, algunas mujeres dicen que sólo buscan protagonismo porque ellas sufren mucho más el machismo que ellos (porque lo descrito es a causa del machismo también). También los animales en las granjas sufren más que las mujeres acosadas y no veo apropiado ese concurso de ver quién es más víctima para callar a quien sufre una discriminación que no es la que tú padeces. Y lo mismo ocurre con este caso, cuando hablas de explotación animal qué frecuente es que te vengan con el «¿y la explotación de humanos qué, eh?».
Victimismo y/o un intento de mantener tu situación privilegiada en ese aspecto concreto es lo que hace que cuando se alce una voz pidiendo respeto se acalle gritando todo el mundo a la vez «¿y mi ombligo queeeeeeeé?».
Una cosa es que haya quien se presente como único grupo discriminado o que sufre una opresión y se burle de las discriminaciones ajenas, que entonces sí merece un recordatorio de que eso se llama victimismo y egocentrismo, y otra es que le sigamos el juego a quien nos quiere callar intentando convencernos de que la «igualdad» es no prestar atención a cada discriminación en concreto sino que «todo el mundo es igual de importante», cargándose movimientos que sí podrían conseguir cosas de otro modo.