Alguna gente me trata con cierta condescendencia en plan «eres amigo de los musulmanes» por escribir contra la islamofobia. Esa condescendencia de los supremacistas blancos que llaman «amigo de los negros» a los blancos que ven tratándolos como iguales.
Ser anti-racista no quiere decir que tú defiendas a todos los negros por el hecho de serlo, ni que defiendas todo lo que hace un negro, ni que niegues el genocidio contra blancos que se dio en Haití, ni que apoyes el racismo anti-blanco, ni nada parecido.
Ser anti-misógino no es ser «amigo de las mujeres» ni «que te gusten las mujeres», sino oponerte a que a alguien se le discrimine o desprecie por ser mujer.
Y ser anti-islamófobo no significa que afirmes que el Islam es la religión de la paz y el respeto, que los escritos en los que se basa son una lindeza de principio a fin, que los musulmanes son gente de bien ni nada parecido.
Ser anti-islamófobo es estar en contra de que discrimines a alguien por ser musulmán, no que tú veas muchísimo sentido a esa u otra religión. Ser anti-islamófobo es que observes UN HECHO, que es que entre más de 1.600 millones de musulmanes hay todo tipo de personas, y muchas de ellas son repudiables y otras son personas encantadoras, y otras un poco de cada, como ocurre con el resto de los humanos. A mí me importan una mierda vuestras PAJAS MENTALES para justificar vuestra islamofobia, haciendo referencia a pasajes del Corán y otros escritos sagrados que leídos así al pie de la letra (¡tras 1.500 años!, menudos historiadores, oye) pueden no parecer muy apropiados precisamente. Vuestra paja mental hace referencia a un supuesto hipotético: que alguien que defiende ese libro o basa sus creencias en él tendría que ser de determinada manera. La evidencia nos muestra otra cosa bien diferente: que entre cientos de millones de personas hay gente de todo tipo con creencias muy diferentes y que hacen interpretaciones muy diferentes de esos textos y del Islam. Así, podemos ver cómo mucha gente musulmana es anti-capitalista, anti-homófoba, feminista, etc. lo cual ya nos gustaría que fuese tanta gente no-musulmana. Tenemos mucho más que ver con cierta gente musulmana que con mucha no-musulmana. ¿Y a lo que os dedicáis es a echarle en cara que en su libro sagrado dice esto o lo otro? Parece de chiste, vamos. Parece que hay quien prefiere un retrógrado occidental que una feminista musulmana.
Ser anti-islamófobo es no prejuzgar a alguien por su religión y conocer a la persona como lo que es: un persona. Y si en nuestro trato con ella sus creencias o las nuestras chocan en términos prácticos pues ahí tendremos un problema, pero no antes. Y si tienes un problema con un musulmán y no con otro parece claro que el problema no es el Islam sino la interpretación que hacen algunos de él (aparte de que cada persona es diferente y puede haber una feminista musulmana que sea una estúpida, sin duda, y un votante del PSOE que sea inteligente, hay de todo en este mundo).
Ludovic-Mohamed Zahed, Imán gay feminista y activista LGTBI
andressolo 