Está claro que las más perjudicadas por el machismo son las mujeres, eso es algo que siempre he dicho y que hace que la inmensa mayoría de las veces que hablo sobre feminismo hable sobre lo que implica para las mujeres y no los hombres.
Pero el que los hombres sean víctimas del machismo en menor grado (aunque para nada algo desdeñable) no significa que no sea su lucha también.
A mí (que tampoco me siento hombre pero por tener más vello y tener una polla se empeñan en llamarme hombre incluso feministas a las que les aclaro que no lo soy) se me reprocha que no les haga trabajos duros en casas o fincas de amigas (cuando yo estoy mucho más cascao físicamente que ellas muchas veces), se habla mal de mí por ahí por eso, se me echa en cara el «dejar que una amiga se vaya a su casa sola» (cuando ella misma me dice que quiere hacerlo, y me parece de lo más machista y paternalista ignorar su criterio y pretender ser su macho ángel de la guarda), se me grita e increpa por la calle cuando voy con una amiga al mercado y dejo de cargar yo con las cajas de fruta y se las paso a ella para alternar un poco; ante una situación de riesgo se recurre a mí para ayudar a «la dama»; hace unos años me libré del servicio militar por los pelos… Los roles de género hacen que sea objeto de burla por no se fuerte y duro, por expresar mis sentimientos, por llorar… «Maletears», tengo que escuchar encima cínicamente por parte de muchas que se quejan de los machos duros pero que luego se burlan de quienes no lo son.
Y sí, todas esas cosas son a causa del machismo, de la idea de que las mujeres son frágiles, no-autónomas y que requieren cuidado y atención de los hombres… Pero al fin y al cabo eso afecta a los «hombres» también, haya unas víctimas más malparadas que yo o no.
En India o en Taiwan las condiciones de l@s trabajador@s son mucho peores que en España. Eso no significa que la lucha de clases sea «la lucha de lås taiwanesås o indiås». Un obrero de Logroño que cobra un salario de mierda por un curro en unas condiciones de mierda tiene derecho decir «la lucha de clases también es mi lucha» sin que se le llame victimista, porque, aunque no sea una víctima tan machacada por el clasismo como la taiwanesa, también lo es. Si no, tampoco podríamos decir que el feminismo es la lucha de las mujeres españolas, porque hay mujeres en otros sitios del mundo que están más oprimidas.
Esto no es una competición a ver quién está más oprimida. Esto es una lucha por la igualdad y el fin de los roles de género. Sin olvidar quién sale peor parada pero sin olvidar que no sólo la peor de las víctimas es la única víctima. Y muchas mujeres están encantadas de tener a no-mujeres ayudándolas en la lucha por su liberación, pero para quienes no quieran colaboración, tranquilas, yo no os ayudaré, pero tengo derecho a la autodefensa, y el machismo no sólo os afecta a vosotras.

Ni las niñas son princesitas ni los niños guerreros