Hoy hace 20 años que me hice vegano (no es que un día me decidiese, sino que llevaba 5 días sin comer productos animales de modo circunstancial y me di cuenta de lo fácil que era). Por suerte en todo este tiempo he cambiado mucho. Los primeros años era uno de esos veganos insoportables que daban la brasa sin parar, aprovechando todo momento para meter el tema con calzador (no porque me sintiese mejor que nadie, sino porque creía que así iba a dar más a conocer el tema y salvaría más animales), siendo un moralista del copón, culpando a la gente y llamándole asesina… o sea, como son ahora algun@s vegan@s que flaco favor les hacen a los animales.
A lo largo de los años me fui dando cuenta de algo que en realidad es bastante obvio: que la gente no es que sea mala y cruel, sino que no se plantea ciertas cosas, que los cambios en alguien no se producen de forma inmediata (yo tardé poco más de una hora en entender y empezar a aplicar el antiespecismo, pero es un caso excepcional), que romper con el especismo es un cambio enorme en la mentalidad de la gente (que siempre ha visto a los animales como seres inferiores a nuestra disposición), que a poca gente le gusta sentirse «rara» y sentir presión social por su nueva mentalidad y forma de tratar al resto de animales o ser el centro de atención cuando van a comer con otra gente… de hecho en sitios donde el veganismo está más extendido el crecimiento es exponencial en gran parte porque ser vegan@ ya no es nada raro. Esto pasa en Inglaterra, por ejemplo. Casi todo el mundo conoce a algún/a vegan@ y ya no digamos vegetarian@. Los productos en los paquetes te indican si son aptos para veganos, por ejemplo.
Alguna gente vegana, guiada por la desesperación de ver a tantos animales encarcelados, torturados, explotados y masacrados (comprensible) se comporta de una manera que espanta más que ayuda a cuestionar ciertas cosas. Porque no hay que olvidar que simplemente mostrar imágenes o dar datos de poco sirve muchas veces (otras es más que suficiente, en gente con un poco de empatía) si no va acompañado de una argumentación que cuestione eso. Y la argumentación antiespecista es bien sólida, difícil de rebatir excepto por gente que se declara especista porque sí, como quien es racista o machista porque sí, sin argumentos. Pero quien se opone a la explotación y tortura de humanos porque éstos sufren difícil lo tiene para justificar que se trate así a otros eres que también sufren.
Bueno, en resumidas cuentas, yo llamaría a la reflexión a todo el mundo. Tanto a quienes promueven el veganismo, que creo que se tienen que pensar bien el cómo hacerlo, entender su contexto social y las circunstancias personales de la gente (lo cual much@s ya hacen, pero las actitudes de algun@s vegan@s mandan a la mierda su trabajo) como a quienes lo del veganismo les suena raro, extravagante, una moda, algo ridículo… No es cuestión de sentirte culpable, eso no cambia nada. No te juzgues. Simplemente piensa en el tipo de mundo que quieres, si uno en el que hay explotadores y explotados, opresores y oprimidos, tortura y encierro… o uno en el que haya menos sufrimiento, más igualdad, más felicidad y más respeto. Nadie es mejor que tú por ser vegan@. Pero tampoco tú eres mejor que nadie por ser human@.