En ciertos sitios de occidente, hace tiempo, a las mujeres que sufrían ataques de ansiedad o tenían mucha angustia el médico las despachaba diciendo que eran «histéricas». Aparte de que muchas veces esos problemas se debían a sufrir el vivir en una sociedad supermachista y el cómo eran tratadas, el trato que recibían ellas y un hombre cuando iban al médico era bien distinto. No había «histéricos», era algo totalmante machista. Ahora eso más o menos se ha superado.
Ahora con lo que nos encontramos es con que cuando alguien con un diagnóstico psiquiátrico, en un debate en el que la otra persona no sabe contraargumentar o explicarse, recurre al «eres un enfermo mental, tendrían que darte más medicación e ingresarte en un psiquiátrico»… porque discrepas. O «tu opinión no es tan válida porque eres un enfermo mental y eso te hace ver la realidad distorsionada». Si no tienes diagnóstico entonces es una discusión sin más. Pero lo otro lo tienen como as en la manga para soltárnoslo a los «locos» cuando le están haciendo quedar en evidencia o simplemente rebaten sus argumentos y ya no saben dónde meterse.
Me ha pasado por tercera vez en 2 días, y me pasa con frecuencia. Pero, mientras mucha gente se enoja mucho y margina al homófobo o racista, a esta gente no se le dice nada, porque, claro, tampoco es pa tanto… sólo son «locos», y no es la discriminación de moda contra la que hay que posicionarse para ser políticamente correct@.
Y encima esa gente muy a menudo no tiene diagnóstico porque no ha ido al psiquiatra, que si fuera todo el mundo creo que todo dios salía de la consulta con un diagnóstico y una medicación… Un familiar mío nunca fue al psiquiatra y socialmente es tratado como un «cuerdo». Uno de sus hermanos sí fue al psiquiatra y se ha comido el estigma y discriminación por ser bipolar, cuando el otro parece otro caso clarísimo. Y encima cuando el diagnosticado se «descontrola» un poco no hace daño a nadie y el otro sí (lo cual nos muestra que es debido a su personalidad, no a si es bipolar o no). Él es el cuerdo, el que no es peligroso, como toda esa gente que va por ahí diciendo quién está mal de la cabeza mientras ell@s pueden tener problemas mucho más graves, como meterse en peleas con frecuencia por no controlar su ira, o sufrir celos, necesidad extrema de aceptación social, consumismo incontrolable… pero no quieren ir al psiquiatra (porque encima no se consideran problemas mentales sino incluso cosas que te integran socialmente). Y luego el miedo hay que tenérselo a los diagnosticados, a los «locos», que nunca sabes cómo van a reaccionar. Son los que más crímenes cometen y tienen ideas delirantes que mejor ignorar. Los que más violan y agreden por la calle, los que se hacen banqueros, militares o antidisturbios… esos son todos bipolares y esquizofrénicos.