Tragedia y lamento

Cuando ocurre una tragedia o alguien sufre parece que much@s creen que quien más lo lamenta es quien más se lamenta. Y es que hay gente que se siente muy mal y lo que le sale naturalmente es llorar mucho, o gritar, o hablar mucho de ello… Pero el que alguien no llore, ni exteriorice de otras maneras sus sentimientos no quiere decir que sufra menos. Hay quien tiene dolor de espalda crónico y se está quejando todo el tiempo (y nada tiene de censurable) y otra gente casi no habla del tema, pero le duele lo mismo. Y es que, de hecho, muchas veces hay gente que no sufre tanto porque haya ocurrido una tragedia pero, como socialmente se supone que tienes que lamentarte porque si no eres un/a insensible, pues entonces se hace constante referencia al evento con gestos de gran dolor.

 

Un ejemplo que casi tod@s hemos vivido es el caso de una persona que es constantemente puesta a parir por personas que, cuando muere, no hacen más que recordar la excelente persona que era. Añadido a esto, se ve mal que una persona supere un problema con mayor facilidad que otras. O sea, se entiende que cuánto sufres es lo que demuestra que algo te importaba. Si tienes mecanismos de autodefensa para no hundirte ante tragedias entonces es que eres un/a insensible también. Cuando alguien tiene una pareja y se da una ruptura tremendamente dramática, se critica a menudo a quien encuentra nueva pareja en unos días o semanas, como si eso fuese prueba de que realmente no quería tanto a la otra persona. Porque lo que toca es luto, sufrimiento, drama. Si eres capaz de pasar página y no sufrir tanto se te ve mal. La penitencia purifica, dicen algun@s católic@s. Pero esto lo hace gente no-católica también (influenciad@s, evidentemente, por esta cultura).

 

Un amigo tenía muy buena relación con su padre y lo quería mucho. Su padre se murió de cáncer y estuvo sufriendo durante un año. Sin embargo mi amigo no dejaba de lado su sentido del humor. Ni cuando se murió, que estaba bromeando y riéndose en el funeral con nosotros (no delante de gente que se pudiera ofender). Y siguió su vida, sin su padre, con el que vivía, sin drama ni hostias. Tiró palante con su humor. Y bueno, claro que lo pasó mal, pero no dejó que el drama se lo tragase. A otro amigo sus colegas le echaban en cara que estuviera saliendo de marcha sólo 2 días de la muerte de otro amigo. Porque claro, el quedarse en casa lamentándose va a hacer que vuelva a vivir, es algo que toda persona con cierto conocimiento de biología sabe. En Finlandia estuve en un funeral (bueno, estuve en la casa donde estaba toda la familia, se fueron al funeral y volvieron) y aquello era bien distinto a lo de aquí. Hicieron una fiesta con mucha comida y se reían e intentaban no ser muy dramátic@s. Sufren menos l@s finlandes@s que l@s español@s cuando muere un familiar? Pues lo dudo, la verdad.

Acerca de andressolo

Procuro vivir sin causar daño al resto y sin morderme la lengua respecto a nada. Aquí tengo algunos de mis artículos.
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Una respuesta a Tragedia y lamento

  1. Lía Soriano dijo:

    Tu escrito me parece interesante y realista. Éxito en tu blog. Me tendrás curioseándolo de vez en cuando.

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